28 de octubre de 2015

MI PAISAJE FAVORITO, por Geys Ortiz

Imagen tomada de primiciadiario.com
Mi paisaje favorito es una ciudad grande, en plena noche, vista desde la cima de una montaña.

Es mi paisaje favorito porque contemplo el esplendor de una ciudad que apenas duerme. Una ciudad llena de tráfico y de ruido, poblada de habitantes que desde una montaña parecen insignificantes hormigas.

Tiene muchos edificios, muchas casas y mucho estrés. Apenas tiene árboles. Es una ciudad en obras, porque está continuamente transformándose, ya que busca lo mejor para los que en ella habitan. No tiene nada que ver con un pueblo. Los pueblos suelen ser tranquilos y solemos ir a ellos durante las vacaciones para escapar del frenesí o de la rutina. Pero a mí me gusta la intensidad y el ajetreo de la ciudad. Y me gusta especialmente observar una ciudad que no duerme, llena de diversión, de aventuras, del continuo trajín de sus habitantes.

Ya sé que una ciudad así tiene sus inconvenientes: necesitas más dinero para vivir en ella, un transporte rápido y estar continuamente en tensión. Pero eso puede ser muy agradable o al menos lo es para mí, porque significa vida, movimiento, cambio, intensidad. No es, claro está, un paisaje lleno de flores y todas esas historias.

Una ciudad grande y en continuo movimiento es algo que, si te fijas bien, tiene más de lo que unos ojos humanos pueden llegar a apreciar.